La motricidad tiene un lugar importante en el funcionamiento y desarrollo del niño, es la base para adquirir el desarrollo en las áreas cognitivas y del lenguaje .
Cuando hablamos de motricidad, nos referimos a los movimientos complejos y coordinados que realizan los niños, lo que es fundamental para el desarrollo de la lectoescritura. Siempre será importante potenciar esta área porque influye directamente sobre el desarrollo intelectual, afectivo y social.
Como docente, puedo afirmar que la motricidad es fundamental para un niño. Ayuda a la actividad física, a la libertad de movimientos y aporta al estímulo de la creatividad. Es satisfactorio constatar cómo los niños pequeños pueden desenvolverse por sí solos, conforme avanza su proceso de aprendizaje. Cada niño es un mundo diferente, cuando se relacionan con su entorno, descubren nuevas experiencias que aportan a sus conocimientos.
El juego es una de las primeras experiencias en las que se manifiesta la motricidad, que poco a poco se va haciendo más compleja con los estímulos y experiencias. El juego también les da seguridad, crean un mundo mágico donde ellos son los protagonistas. El permitir que se equivoquen es fundamental, ya que sabemos que el verdadero conocimiento viene de la experiencia.
Mientras el niño desarrolle más su motricidad, utilizará su cuerpo e irá construyendo las nociones espaciales, derivadas de la relación de ubicación con diferentes objetos. La percepción que va adquiriendo el niño de su cuerpo, será fundamental para su confianza y seguridad.
Por lo tanto, puedo concluir como docente que la motricidad permite al niño conocerse , afrontar sus miedos y relacionarse en el área social y afectiva.
Lcda .Vanessa Flores
Coordinadora de Sección Inicial de JESSS